Mercado de Medio Oriente

Los países de Medio Oriente enfrentan una combinación de limitaciones hídricas, políticas públicas orientadas a la seguridad alimentaria y una creciente demanda de forrajes de alta calidad. Por eso, la región se ha convertido en uno de los principales destinos globales para la producción argentina de alfalfa y proyectos integrados de abastecimiento.

Por qué la alfalfa argentina es clave para Medio Oriente

  • Restricciones hídricas estructurales
    Las condiciones climáticas áridas —baja disponibilidad de agua, altas temperaturas y suelos limitados— hacen que la producción local de forrajes sea inviable o extremadamente costosa.

  • Externalización de la producción de forraje
    Países como Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita y Qatar impulsan programas para tercerizar y relocalizar la producción de alfalfa en regiones con mejores condiciones agroambientales.

  • Marcos regulatorios que favorecen la importación
    La normativa agrícola del Golfo promueve la sustitución de producción local por importación estratégica, abriendo oportunidades de abastecimiento sostenido para proveedores confiables.

Ventajas competitivas de Argentina

  • Suelo y clima óptimos para la alfalfa
    Regiones como La Pampa, San Luis, Río Negro o Neuquén combinan radiación, amplitud térmica y disponibilidad de tierra que permiten producir alfalfa de alta calidad y rendimiento.

  • Costos competitivos a escala internacional
    La combinación de eficiencia productiva, manejo profesional y estructura de costos local ofrece una ventaja frente a otros proveedores globales.

  • Capacidad de desarrollar proyectos de gran escala
    Argentina cuenta con superficie disponible, know-how técnico y proveedores especializados para estructurar proyectos de 1.500 a 25.000 hectáreas, incluyendo riego, compactado y logística exportadora.